martes, 31 de diciembre de 2013

La felicidad es una elección: Feliz 2014

Último día del año 2013, un año repleto de cosas preciosas, como el nacimiento de mi segunda princesa. Un año en el que los proyectos de coaching han crecido, en el que he podido comenzar un maravilloso trabajo con nuevos jugadores de fútbol y he podido trabajar en el mundo del golf. Un año en el que los malos recuerdos ya están en la basura del olvido. Las personas grises de este mundo no tienen cabida en  mi vida.  
Pensando en escribir este último post del año creo que no había mejorar forma de hacerlo que con un artículo que twiteé hace un par de semanas. Y lo quiero recoger en el blog para que no se me olvide, para recordarlo cada cierto tiempo, para poder tenerlo muy presente en este nuevo año 2014 y compartirlo con todos vosotros. 
Es la historia de una enfermera australiana que durante muchos años trabajó en cuidados paliativos con personas que habían ido a morir a sus casas. Esta enfermera señala que cada uno de ellos experimentó diferentes emociones: la negación, el miedo, el enojo, el remordimiento y finalmente la aceptación y todos encontraron su paz antes de morir. Cuando le preguntaron por los temas que surgieron de manera común ante esas situaciones previas a la muerte, la enfermera contó que se repetían 5 temas:

  1. Ojalá hubiera tenido el coraje de vivir una vida fiel a mi mismo, no la vida que otros esperaban de mi: este era el lamento más común de todos. Desde el momento en que se pierde la salud, ya es demasiado tarde. La salud conlleva una libertad de la que muy pocos se dan cuenta, hasta que ya no la tienen.
  2.  Ojalá no hubiera trabajado tan duro: esto salió en cada paciente masculino que cuidó. Se perdieron la juventud de sus hijos y la compañía de su pareja. Todos los hombres que cuidó lamentaron profundamente el haber gastado tanto sus vidas en la cinta de una existencia de trabajo.
  3. Ojalá hubiera tenido el coraje para expresas mis sentimientos: muchas personas suprimieron sus sentimientos con el fin de mantener la paz con los demás. Muchas enfermedades se desarrollan como un resultado relacionado con la amargura y el resentimiento que cargan.
  4. Me hubiera gustado haber estado en contacto con mis amigos: muchos habían llegado a estar tan atrapados en sus propias vidas que habían dejado que amistades de oro se desvanecieran por el paso de los años. Es común para cualquier persona con un estilo de vida ocupado, dejar que las amistades desaparezcan pero cuando uno se enfrenta con su muerte los detalles físicos de la vida desaparecen. No es el dinero lo que tiene una verdadera importancia. Al final todo se reduce al amor y las relaciones. 
  5. Me hubiese gustado permitirme a mí mismo ser más feliz: muchos no se dieron cuenta hasta el final de que la felicidad es una elección. Se habían quedado atrapados en hábitos antiguos. El miedo al cambio les había hecho vivir fingiendo a los demás. Cuando estás en el lecho de muerte, lo que los demás piensan de ti está muy lejos de tu mente ¡Qué maravilloso es ser capaz de sonreír otra vez, mucho antes de que te estés muriendo!
Este post trata de ser un post de felicidad y de esperanza ya que todos los que podemos leer este mensaje estamos a tiempo de cambiar nuestro rumbo en la vida y aprender de las enseñanzas que nos dejan los que ya se han ido.

FELIZ 2014!!!!

domingo, 29 de diciembre de 2013

Aritz Aranburu y el deportista como parte integral de la persona.

El surfista zarauztarra Aritz Aranburu vuelve, tras su paso en 2007,  a la máxima categoría del surf mundial, el WCT, donde compiten los 32 mejores surfista del mundo. En una ilustrativa entrevista de Xuban Larraia en El Diario Vasco, Aritz Aranburu ha contado sus sensaciones, su momento, habla de valores como el esfuerzo y la constancia pero, en mi opinión, sobre todo, nos habla de conseguir metas siendo fieles a nosotros mismos.
A la pregunta de los objetivos que se marca para la nueva temporada, Aritz responde que "el objetivo más importante va a ser estar a gusto conmigo mimo y con mi cabeza" Casi nada ¿verdad? Aunque si fuera una sesión de coaching le podríamos preguntar ¿qué es estar a gusto contigo mismo? para que especificara el objetivo, a mi me parece una maravillosa definición. Es un objetivo que, al menos desde fuera, trasmite una persona equilibrada que ha viajado por su vida y que sabe lo que quiere. Este transito parece que queda claro cuando explica la diferencia entre lo que vivió en 2007 y lo que ha conseguido en 2013 "En 2007 logré subir al WCT pero siendo esa la máxima prioridad. Trabajé mucho para ello, lo conseguí y punto. Ahora lo he logrado sin obsesionarme, logrando una estabilidad dentro de un conjunto, de una manera natural. Las cosas, simplemente, han salido" Pero ese simplemente "han salido" que comenta Aritz pueden tener la clave en el inicio de la entrevista en la que señala que "Ha sido, si no el mejor, uno de mis mejores años. Pero no por subir al WCT sino porque he hecho un montón de cosas. He conocido nuevos lugares, en lo de siempre me han salido bien los resultados, he colaborado con ONGs..." Parece que Trabajo + Talento + Tenacidad + Equlibrio de valores = Éxito
Siempre he creído, y cada día con más consistencia, en el deportista como parte integral de una persona. Me resulta complicado imaginar a un deportista con unos valores dentro de la competición y con otros valores diferentes fuera. No niego que haya deportistas así y que incluso puedan conseguir buenos resultados y, es más, que incluso haya deportistas que realicen procesos de coaching centrados única y exclusivamente en su mejora en la parte profesional y que fijen sus metas en las áreas de competición sin analizar la parte personal pero creo que eso es pan para hoy y hambre para mañana. Por eso creo que el ejemplo de Aritz Aranburu es ilustrativo de cómo equlibrando la parte competitiva como deportista profesional con la parte personal, mental y más emocional se pueden obtener grandes resultados y, además, estar más a gusto con uno mismo.
Zorionak Aritz!


* Foto Igor Bellido

martes, 24 de diciembre de 2013

Los 11 poderes del líder. Jorge Valdano


Menos mal que en ocasiones comparto mis ideas con personas de mi entorno ya que si no pensarían que al ver proyectos de otros me invento que yo también había pensado lo mismo. Hace ya varios años comencé el proyecto de escribir un libro sobre liderazgo (por aquí sigue el borrador) inspirado en personajes deportivos. Valores que según mi opinión debería tener cualquier líder, de cualquier disciplina, y que podían encontrarse en esas personas. Quien sabe, tal vez más en algún momento os pueda decir que ya tengo el libro en la cocina pero de momento nos tendremos que conformar con que mi admirado Jorge Valdano, desde una perspectiva similar, ha publicado su último libro "Los 11 Poderes del líder. El fútbol como escuela de vida". En el mismo Valdano enumera como si de una alineación se tratara los 11 poderes que considera más relevantes de un líder utilizando el fútbol como medio de descripción. A continuación os dejo un resumen de las ideas clave:
  1. El poder de la credibilidad: "la credibilidad como la consecuencia y la recompensa de una trayectoria impecable desde la trayectoria ética. La credibilidad se alimenta de valores, en hacer lo que se dice que se va hacer, en la cultura del esfuerzo, en respetar a la persona, etc. La credibilidad es una condición que cuesta mucho conseguir y poco perder. Al final aprendemos imitando y sólo se imita aquello que se admira".
  2. El poder de la esperanza: todo gran propósito debe llevar una esperanza dentro, porque la ilusión es el mayor energético. Por esta razón, el líder debe ser capaz de defender un gran sueño para que el equipo entero lo convierta en un desafío colectivo. El líder debe ser un especialista en cada uno de los miembros de su equipo, para descubrir cuál es la expectativa de cada cual y poder darle a cada individuo una esperanza adaptable a sus ambiciones personales. Juan Sebastián Verón, capitán de Estudiantes de la Plata antes de la final del Mundialito contra el Barcelona reunió a sus compañeros y les dijo: "Disfrutemos de estos momentos que van a quedar en la memoria de todos, en la memoria de cada uno de nosotros, cuando en el futuro nos juntemos para revivir estos"
  3. El poder de la pasión: los 4 escalones que un jugador de fútbol tiene que subir para alcanzar el profesionalismo serían los siguientes: la naturaleza, la práctica, la exigencia y la pasión que hace agradables todos los sacrificios a los que obliga el deporte de alta competición. En cualquier ecuación cuyo resultado final aspire al éxito, no puede faltar su principal motor: la pasión. La pasión tiene la virtud de ser contagiosa, es ambiciosa y tiene la capacidad de detectar oportunidad. El apasionado puede perder pero lo que nunca hará es rendirse porque la perseverancia es una característica de las personas apasionadas. La pereza es una tentación que la pasión no conoce.
  4. El poder del estilo: es estilo es mucho más que la forma. Es el modo de ser de  una empresa o de una persona. Lo que nos indica cuál es la sensibilidad profunda que la anima. Y quien tiene un modo de ser, se distingue, marca una diferencia. Si olvidamos que el estilo se antepone, ponemos en riesgo todo, incluso el resultado. "There is no medal or thophy better than being aclameid for your style" "No hay mejor medalla o trofeo que ser aclamado por tu estilo" (cartel en un vestuario del Manchester United)
  5. El poder de la palabra: no nos engañemos, todo está en la cabeza; es ahí donde el líder se tiene que meter para empujar a sus jugadores hacia el máximo esfuerzo y compromiso. Eso sí solo quien sabe escuchar será capaz de encontrar las palabras justas para comunicar con el sentido que la oportunidad lo merece.
  6. El poder de la curiosidad: en un mundo en el que el tiempo se ha vuelto más impaciente, quien carece de inquietudes corre el riesgo de volverse viejo en un año. Solo la curiosidad nos permite perderle el miedo a este estado de cambio permanente.
  7. El poder de la humildad: la humildad respeta las diferencias, pero mucho más que eso. La humildad sabe escuchar, genera empatía y produce confianza. La humildad es la única rienda posible para contener las tentaciones siempre casquivanas de la vanidad. El hombre humilde sabe compartir, sabe reconocer la importancia del otro y gracias a su generosidad suele convertirse en un gran referente.
  8. El poder del talento: en todo líder debe haber un pedagogo capaz de lograr que su discípulo se sienta único y, para eso, es necesario enamorarse de una virtud. Todos nacemos con cierta predisposición para una actividad y, cuanto antes la descubramos, antes encontraremos nuestra vocación y los estímulos eficaces para desarrollarla. Ahora bien para los que la cuna no fue tan generosa, las carencias hay que convertirlas en un desafío para la voluntad. Porque lo cierto es que incluso para quienes nacieron con una gran ventaja inicial no se inventó nada que sustituya el esfuerzo en los procesos de aprendizaje y mejora continua del talento.
  9. El poder del vestuario: el poder del vestuario es el poder del equipo, y el éxito del equipo se manifiesta cuando el rendimiento colectivo es superior a la simple suma de talentos. El líder debe fortalecer un sentimiento solidario, sentir que todos se sienta orgullosos de la idea que representan. 
  10. El poder de la simplicidad: el poder de la simplicidad es un arte que debemos saber apreciar porque nos descubre lo sustancial, nos permite ahorrar energía y tiempo y porque alcanza la belleza de lo esencial. Los líderes de verdad toman el camino recto evitando complicaciones que, en ocasiones, parecen atajos descubiertos por el instinto pero para que algo así ocurra, detrás de esas intuiciones tiene que haber mucho conocimiento. 
  11. El poder del éxito: el éxito no como una vitrina para exhibir ante los demás un logro, sino como una íntima satisfacción por haber conseguido el objetivo, es el orgullo por el trabajo bien hecho, es un sentimiento de plenitud porque nuestro esfuerzo ha servido a más gente. Rafa Nadal en el deporte es el símbolo del éxito porque su voluntad desafía todos los límites, porque sabe ganar y perder, porque siempre hace y dice lo que debe. Porque el éxito solo tiene sentido si está sostenido por una ética de vida y él lo demuestra de un modo permanente. El mundo está lleno de héroes anónimos que son un ejemplo silencioso. Y que saben que el éxito nunca es el final del camino, sino un feliz escalón hacia la siguiente conquista.
De estos 11 poderes que relata Jorge Valdano comparto la mayoría pero creo que sustituiría algunos otros, si bien es cierto que todos en su conjunto, los que están y los que añadiría, creo que valen para completar la sencilla definición que Pep Guardiola hizo del líder en una conferencia "El líder es aquel que hace mejor al otro". Y esta definición no por sencilla es menos compleja, sino preguntaros cuántos de vuestros responsables, jefes, entrenadores, etc. os hacen mejores.